¿Arteterapia o arte como terapia?
«No existe tal cosa como un bebé»
Donald Winnicott, una figura central en la psicoterapia relacional, afirmó que «no existe tal cosa como un bebé». Con esto quiso señalar que un bebé nunca existe aislado; siempre existe en relación, sostenido por la presencia de una figura materna o paterna que ofrece cuidado, contención y significado. Esta idea aporta una perspectiva esencial para comprender la diferencia entre arteterapia y arte como terapia.
Arteterapia
La Arteterapia es una forma reconocida de psicoterapia, un proceso profesional en el que la sanación emocional y psicológica ocurre a través del proceso creativo y de la relación terapéutica. Aquí, la expresión artística es una herramienta de comunicación dentro del proceso psicoterapéutico, nunca un fin en sí misma.
Este espacio es sostenido por una arteterapeuta titulada, formada en teoría de la arteterapia, psicoterapia y análisis grupal, además de haber completado una formación clínica que incluye al menos 600 horas de práctica clínica directa y 160 horas de supervisión. Esto permite ofrecer un acompañamiento de cuidado y cualificado del proceso terapéutico.
El Sostén Terapéutico
En Arteterapia, la terapeuta sostiene el espacio de manera similar a lo que Winnicott describió como el “holding (sostén)” materno: ofreciendo contención, seguridad y significado. Este sostén no es pasivo; es un proceso activo e intencional. En Arteterapia, este marco relacional permite a la persona explorar sentimientos, pensamientos y recuerdos a través del proceso creativo dentro de una relación de confianza.
La relación terapéutica no es solo importante; es el pilar del trabajo. Ni el “bebé” en términos de Winnicott, ni la Arteterapia en sí, existen como entidades aisladas. Encuentran su sentido únicamente dentro de la relación creada entre terapeuta y paciente.
Arte como Terapia
El arte como terapia se refiere al potencial sanador y transformador de la expresión creativa fuera de un marco clínico formal. Puede tener lugar en comunidades, talleres, entornos de coaching, retiros o prácticas personales, ofreciendo un espacio para el autoconocimiento, la expresión emocional y el crecimiento personal. A través de la creación artística, las personas pueden conectar con su mundo interior, expresar emociones difíciles de nombrar y encontrar un sentido más profundo de significado y presencia.
Aunque el arte como terapia no incluye la misma estructura, sostén relacional o marco clínico que define la arteterapia, sigue ofreciendo oportunidades valiosas de sanación, conexión y transformación. Puede despertar la creatividad, fomentar la autoconciencia, fortalecer la resiliencia y brindar un espacio seguro de expresión, elementos que resultan profundamente enriquecedores para el proceso personal.